La insensibilidad de las personas que nos rodean se derrama por todas las aguas negras que vemos por las calles, se van, vuelven, descienden y también ascienden, practicamente jamás nos abandonan porque nosotros las creamos. Esto no es lo que pasa por la mente de cualquier persona al ver un pobre anciano con problemas motores, con una joroba bastante inclinada esperando como el resto de las personas un transporte publico que lo traslade a su casa, con una mirada de debilidad pero al mismo tiempo con impresionantes ojos azules que se cubren con algo de cataratas. Te retuercen el alma y quisieras salir corriendo a buscar ayuda aunque desde cierto punto de vista no es una urgencia, es más como un impulso que a pocos se les presenta.
Cómo es posible crear una historia en un segundo debido a una mirada, que tal vez sea correcta o totalmente errónea, pero sí, es posible y es lo que te hace soltar lágrimas inútiles. "¿Por qué es tan injusto el mundo?" es lo que se suele escuchar por las calles cuando caminas con la cabeza en blanco, y la verdad es que no sirve de nada buscar una respuesta, porque no la encuentras, porque no la puedes confirmar, porque no calma la angustia, porque sencillamente no causa ninguna molificación en ti.
Para ese tipo de preguntas hay otro camino que no es el de buscar la respuesta, es el de analizar si la pregunta es la debida, es allí cuando te sientes absolutamente peor, porque después de un gran esfuerzo, un largo lapso de tiempo, una incomoda confusión, comprendes que tus problemas o lo que sea que te haya provocado preguntar "¿Por qué es tan injusto el mundo?", no son causados por un mundo injusto, ni por mala suerte, ni porque eso era lo que tenia que pasar, ni por karma, ni nada de esos inventos que son solo pretextos para evadir la verdadera razón, que se trata de ti, de tus actos, de las desiciones que tomaste, es decir que todo fue, es y será causado por tu propia CULPA.
Así de lindo y fácil..
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