miércoles, 27 de julio de 2011

Una corriente usual

Durante los años que vives hasta cumplir la mayoría de edad [o más adelante], en algún momento es cuando comienzas a sentir que algo te falta y no es cualquier cosa, normalmente es algo a lo que la mayoría denominaría "inalcanzable" o "imposible", da igual, en fin es eso lo que comienza a hacer tu transcurso algo frustrante si es que eres como eso humanistas que tienen metas locas o incluso si simplemente eres cualquier persona normal. Entonces es ahí cuando empiezas a tener los conflictos mentales y tus ideas chocan con los de los demás o al menos con los de la sociedad en general que siempre se rige de sus aburridas reglas.

Aquellos que van en dirección contraria no quisieran seguir despreciando el flujo común pero naturalmente ya han creado un sentimiento oculto que hasta ahora su conservación no tiene alguna razón, pero probablemente la descubrirán mediante la experiencia y el conocimiento, sí, el conocimiento que nos ayuda a ganar en un par de discusiones y nos hace sentir más insatisfechos, porque mientras más aprendemos y más obtenemos nos volvemos adictos al contenido, queriendo dejar de ser los ignorantes que solíamos ser, aunque siempre tratemos de cumplir con la común frase "todo en exceso es malo" pero realmente nadie la cumple, si no fuera de esta forma no existiera la gran cantidad de enfermedades y males que nos ahorcan en el día a día.

Aunque hablemos de forma habitual ante los pequeños seguidores de las normas, ellos formaran etiquetas inadecuadas porque esa ha sido su enseñanza, sin embargo es ahí cuando entendemos que los problemas simplemente son las diferencias, la clasificación y la división que desde el punto de vista de algunos profesionales [sociólogos] son necesarias, que de hecho podrían tener razón, pero como no existe la verdad absoluta, podría ser cualquier cosa.

Incluso para ser sincera esto es un poco más de los pensamientos incómodos que ya no se dirigen en la misma dirección y sólo toman algún desconocido camino.

martes, 26 de julio de 2011

Descubiertos saludos

Cuando tan sólo necesitas saber el verdadero significado de lo que estas diciendo, puede que recurras a un par de enciclopedias o simplemente te dirijas directo a Google buscando la Real Academia Española, sí.. algo mas o menos es lo que suele pasar cuando buscas palabras como "despedida"y encuentras: Acción y efecto de despedir a alguien o despedirse. La verdad es una definición bastante redundante y obvia desde cierto punto de vista, entonces es ahí cuando escribes "despedir" buscando algo más especifico y te tropiezas con varios conjuntos de palabras como: Soltar, desprender, arrojar algo. Despedir el dardo, la lanza, la piedra., Difundir o esparcir., Despedir olor, rayos de luz: Apartar o arrojar de sí algo no material., Alejar, deponer a alguien de su cargo, prescindir de sus servicios. Despedir al criado, las tropas... Así hasta confundirte con un montón de analogías que al final no te dicen algo concreto, en fin como todo lo que nos rodea es algo más de las cosas triviales que creamos los humanos para engañarnos a nosotros mismos.


Las verdades que tratamos de buscar tal vez solo las encontremos en nuestras mentes, porque naturalmente somos egoístas o al menos eso parece. Nos revolvemos en nuestros pensamientos tratando de ignorar la vida que pasa por nuestros ojos y nos escondemos detrás de las palabras de una fuente "confiable" solo para no vivir con la duda y sentirnos realizados por un segundo, y como siempre sabiendo que la persona de al lado podría haber inventado algo más creíble. Si tan sólo las emociones fueran más visibles podríamos vivir en un mundo más sincero sin tener que hacer las repetidas preguntas.

Pero.. lamentablemente nos encontramos en el ahora y en el presente que nadie vive, quizá únicamente las personas trabajen para él tratando de complacer a los demás, con la tonta credulidad de que los deseos se cumplen al sentirse como un cerdo satisfecho después de haber comido. Sí, todo esto y un poco más de la rutina es lo que nos convierte despreciables y de cierta forma robots controlados por una pedazo de papel que su color depende del lugar en  donde residas.

Como sea, finalmente es solo un manojo de divagaciones que debía lanzar al aire [quién sabe en donde caerá].